Recientemente, me encontré con un creador de contenido que planteaba una interesante pregunta: ¿Es más fácil vender 200 artículos de 10€ o un solo artículo de 1000€? Según su punto de vista, la opción más sencilla sería vender el artículo de mayor precio, ya que solo se necesita encontrar un comprador dispuesto. Sin embargo, me permití cuestionar su enfoque y le propuse una alternativa.
En lugar de limitarnos a un artículo de 1000€, ¿por qué no buscar un cliente dispuesto a gastar un millón de euros? Esta idea se basa en la teoría económica de la «mano invisible» propuesta por Adam Smith, la cual sostiene que el mercado tiende a llegar a acuerdos beneficiosos para ambas partes.
Personalmente, como alguien que ha trabajado como autónomo, puedo afirmar que vender productos o servicios de alto valor puede resultar extremadamente difícil. Durante mi experiencia, me encontré con la dificultad de vender productos por 900€ y, en el caso de las páginas web, incluso me resultaba complicado vender sitios por 250€. Sin embargo, cuando ofrecía productos más económicos, alrededor de 20€, conseguía clientes prácticamente todos los días.
Esto se debe a que los consumidores suelen ser más cautelosos a la hora de realizar compras de alto valor. Antes de realizar una inversión significativa, suelen investigar, comparar precios y considerar diversas opciones. Por otro lado, cuando se trata de productos asequibles, los clientes tienden a tomar decisiones más rápidas y espontáneas.
Además, el mercado de productos de bajo costo suele ser más amplio y accesible. La mayoría de las personas pueden permitirse gastar 20€ sin pensarlo demasiado, mientras que solo un segmento limitado de la población puede permitirse gastar 1000€ en un solo artículo. Al dirigirnos a un público más amplio, aumentamos nuestras posibilidades de éxito.
Por supuesto, esto no significa que los productos de alto valor no tengan su lugar en el mercado. Existen consumidores dispuestos a invertir grandes sumas de dinero en productos de calidad o exclusivos. Sin embargo, vender estos productos requiere una estrategia de marketing y ventas más especializada.
En última instancia, la elección entre vender muchos artículos baratos o uno caro depende del tipo de producto o servicio que se ofrezca, del público objetivo y de la estrategia de ventas que se implemente. No hay una respuesta única y definitiva.
Es importante tener en cuenta que, independientemente del precio del producto, la calidad y el valor percibido son factores fundamentales para lograr la venta. Los clientes siempre buscarán obtener el máximo beneficio por su dinero, ya sea en un producto económico o en uno costoso.
En resumen, no existe una fórmula mágica para determinar qué es más fácil de vender: muchos artículos baratos o uno caro. Cada enfoque tiene sus ventajas y desafíos particulares. Lo más importante es comprender a nuestro público objetivo, adaptar nuestra estrategia de ventas y ofrecer productos o servicios de calidad que satisfagan sus necesidades y expectativas.